lunes, 12 de noviembre de 2012

Sobre diálogos de bautismo, blogs, y policías

Todo esto es un delirio, pero lo quería hacer igual.
La verdad que había escrito algo así como una introducción bastante pelotuda acerca de para qué servía un blog, pero a esta altura todos sabemos que sirve para que ego literario o personal cotidiano se exprese un poco.
Vamos a los bifes: Esto es solo casual y solo porque pintó. Porque en casa, lugar y refugio de amigos, enanos buscados por la justicia, damiselas en apuros y senescales autoproclamados, nos encontramos con diálogos como estos:

- Porqué tiraban los limones por la ventana, man?
- Porque en el momento pareció algo copado
- Y si le pegabas a alguien?
- Nah, vos eras el único objetivo
- Sigo sin entender el motivo.
- Solo porque pintó.

Los mortales buscamos motivos para todas las cosas que ocurren y nos cuestionamos, y nos mambeamos sobre todo. JA! Matías Paolini, en su sabiduría innata como Guardián de las Cuestiones que a Todos Nos Preocupan, nos ilumina una vez más: Las cosas se hacen porque pinta, damas y caballeros. Tirarle limones a la gente, entablar relaciones con gente con la cual no hubieses hablado nunca en tu vida, hablar con una mujer, gritar "Donde está tu Dios ahora" en un bautismo.... porque hoy, se trata de eso...de diálogos. Y solo porque pintó, sobre diálogos en los bautismos.


Diálogo I entre T y B, dos amigos
El Cura habla en tono sacro y decimonónico, moja al infante. Estos dos ateos imperdonables se divierten comparando ciertas cuestiones del pasado y del presente. Son hombres, por supuesto, y los hombres tenemos dos tópicos, como el maravilloso Negro Fontanarrosa (que está haciendo reir a Spinetta) nos solía presentar: las mujeres, y el fútbol.

- La vi bajar por la escalera y encaré despiadadamente mientras servía dos Martinis.
- Sos un gato pardo. Igual no entiendo de dónde sacás la magia, para mí que todos los sábados hacés un ritual celta antiguo y salís a ver qué tal.
- Tampoco es tanto. Le hice ver mis intenciones cuando le dije "No me voy nada" a la madre de JM mientras la miraba a los ojos a ella.
- O vos tenés una suerte inusitada, o yo estoy meado por un tiranosaurus rex, últimamente mi suerte no hace más que empeorar TODOS LOS DÍAS.
- Y un poquito y un poquito.... Ves, mirá. Mirá lo que hacemos ahora. Estamos hablando de mujeres en un bautismo. Esto es fantástico, da para escribir algo sobre esto.
- Es que si te ponés a pensar los bautismos dan pie para toda clase de diálogos. Los copados, los raros, los machistas, los feministas.... Aquellos dos podrían ser dos traficantes de droga haciendo negocios y nunca nos enteraríamos, porque todos estamos concentrados en el cura. O podrían ser canas. O podrían ser familiares con resaca, hay uno que no se sacó los lentes negros en todo el día. Y todos mirando al pibe, que  insiste en robarse la fiesta.
- Pará, volvamos a lo anterior. Te vas por las ramas al toque, loco. Hay frases que se me vienen ahora a la cabeza que pueden ser divertidas para ver qué onda. Por ejemplo. "¿Como podés saber si no soy el hombre de tu vida si todavía no compartimos seis meses de convivencia?" o... a veces la mejor manera es incinerarse y remarla con tranquilidad desde el fondo de la tabla, como Unión de Santa Fe. Algo como "¿Cuándo me vas a dar bola? Si tengo que eliminar a alguien, no tenés más que darme un número telefónico y yo me encargo de las cosas"
- Vieja, nos van a echar a la mierda, estoy tentado.
- Es imposible que nos echen. Y si no siempre podemos hacer la gran "Lupine" y gritar mientras nos arrastran "DONDE ESTÁ TU DIOS AHORA!" ....
- Estás completamente de la nuca.
- ¿Como debe serlo. Alguna vez pensaste en hacer un recital en una iglesia? Con corito gospel y todo detrás?
- ¿Y qué música tocarías?
- Llamaría a Jack White para que haga llorar la guitarra mientras rumorea "Will there be enough water?"
- Es buena.
- ¿Es buena? Es fantástica! Tenés a los iluminados y a un tipo parecido a el Hombre Manos de Tijera tocando en una iglesia. Es lo más. Hay que hacerlo.




Diálogo II, del otro lado de la sala. Un hombre en silla de ruedas y otro con traje blanco y lentes de sol. Si, lentes de sol en un bautismo y a plena luz del día. ( Esto podría funcionar perfectamente en el proyecto cliché y ambicioso que podría llamar mi "intento de idea de novela")

- ¿Cuánto?
- Veinticinco lucas. Ni más ni menos.
- ¿Estamos en condiciones de lograr algo como eso?
- Por supuesto, Comisario.
- Pibe.. no se nos puede escapar de vuelta, en serio. No me defraudés...
- No, le prometo que no. Igual es un tipo viejo con una pendeja... no pueden ir demasiado lejos. Le puedo asegurar que lo que invirtamos lo vamos a recuperar. Y si la pendeja habla nos vamos todos al carajo. Usted incluido. Es mejor solucionar el problemita de raíz, ¿no le parece?
-Entiendo. Si vos me decís que este tipo se encarga y está todo legal, yo te creo. Pero te lo repito... no me defraudés, porque la vas a pasar muy mal.
El cabo traga saliva y mira a los costados mientras se acomoda los lentes en la nariz, y mientras se aleja de la figura en la silla de ruedas que parece emanar un aura obscura digna de las épocas más difíciles de la historia argentina, tararea una canción para agarrar valor y resolver la tarea que le encomendaron.
Mientras sale piensa "No entiendo, no entiendo. Siempre me cagan a mi. Siempre la termino ligando yo. Tendría que salir a despejarme un rato antes de hablar con este tipo porque me la paso de mal en peor. Necesito música, necesito descomprimirme. Y sobre todo, necesito un trago". Y no puede evitar tararear esta canción mientras abandona la Iglesia y la gente con sus propios diálogos detrás, poniendo rumbo hacia el bar más cercano.